jueves, 21 de mayo de 2009

LA FAMILIA HUMANA Y LA PACHAMAMA: REPENSAR LA SOBERANÍA DESDE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS

"Bienaventurados los pacientes porque poseerán la tierra" Jesús de Nazareth.

La política argentina suele estar preñada de gestos y actitudes muy valientes, heroicas, pero lamentablemente con relación a hechos del pasado. Nunca se obra de la misma manera con relación al presente.

Participación de la capilla Santa Elena

Por el P. Leonardo Belderrain



Con textos de un trabajo de Mario Cafiero



En la fe cristiana lo único que se posee en serio, es lo que se entrega por amor.

Un abogado argentino fue el primero que propuso ante el tribunal de la Haya de Naciones Unidas, la la noción de "familia humana”. Este concepto para muchos es inaplicable, debido a que desde una visión burguesa de la propiedad, cada sector económico intentará construir poder a fin de adueñarse de una porción más grande de la tierra.

Pero urge y es factible lograr una cosmovisión plural y revolucionaria de la tierra como "madre", que permita construir un espacio para todos, articulando la historia de la colonización de América con la historia de pueblos originarios, hoy silenciada y manipulada.

Evo Morales Ayma, en la Asamblea General de la ONU celebrada el día 22 de Abril, día de la tierra, expresó “Si el siglo XX es reconocido por los derechos humanos, individuales, sociales, económicos, políticos y culturales, el siglo XXI será reconocido como el siglo de los derechos de la Madre Tierra, de los animales, de las plantas, de todas las criaturas vivas y de todos los seres, cuyos derechos también deben ser respetados y protegidos».

Desde la Madre Tierra, nos encontramos ante un nuevo paradigma, centrado en la Tierra y en la vida. Ya no estamos dentro del antropocentrismo que desconocía el valor intrínseco de cada ser, independientemente del uso que hiciéramos de él. Crece cada vez más la clara conciencia de que todo lo que existe merece existir y todo lo que vive merece vivir. Hoy sabemos por la nueva cosmología, que todos los seres poseen no sólo masa y energía, sino que son portadores también de la misma información genética básica, poseen un historia en común, se vuelven complejos y crean órdenes que comportan un cierto nivel de subjetividad. Es la base científica que justifica la ampliación del contrato social a todos los seres vivos.

Michel Serres, filósofo francés de las ciencias, afirmó con propiedad: «La Declaración de los Derechos del Hombre tuvo el mérito de decir que 'todos los hombres tienen derechos' pero el defecto de pensar que 'sólo los hombres tienen derechos' aunque éstos fueran solo los occidentales». Fue muy difícil lograr el reconocimiento pleno de los derechos de los indígenas, de los afro-descendientes y de las mujeres, y actualmente está exigiendo mucho esfuerzo el reconocimiento de los derechos de la naturaleza, de los ecosistemas y de la Madre Tierra.

El presidente Morales solicitó a la ONU la elaboración de una Carta de los derechos de la Madre Tierra, cuyos tópicos principales serían: el derecho a la vida de todos los seres vivos; el derecho a la regeneración de la biocapacidad del Planeta; el derecho a una vida pura, pues los hijos de la Madre Tierra tienen derecho a vivir libre de contaminación y de polución; el derecho a la armonía y al equilibrio con y entre todos los seres vivos. Se añadiría el derecho de conexión con el Todo del cual somos parte. Para mí esta conexión la sienten sólo quienes han desarrollado su conciencia espiritual y su vínculo con la Pachamama (madre tierra).

Según esta visión, las nuevas generaciones, si se desarrollan espiritualmente, podrán alejarse de la concepción materialista-mecanicista de la que hemos sido rehenes durante siglos, y según la cual la Tierra es un mero instrumento de producción, sin propósito, un reservorio de recursos que podemos explotar a nuestro gusto y para provecho propio sin importar las necesidades de las futuras generaciones. Desde un pensamiento orgánico, la Madre Tierra debería ser respetada, venerada y amada, por lo que guarda de entrañable y de misterio.

El Pontífice Benedicto XVI, abogó por un "pronto levantamiento del bloqueo económico a Gaza”, y reivindicó para el pueblo palestino el derecho "a una patria soberana en la tierra de sus antepasados, segura, en paz con sus vecinos y con fronteras reconocidas internacionalmente". Benedicto recordó todos los agravios que hieren la conciencia colectiva palestina, sin olvidar la destrucción y el asedio de Gaza, un aspecto capital del conflicto con Israel que divide a los propios palestinos.

Dice el Papa "Sólo se puede lograr una coexistencia justa y pacífica entre los pueblos de Oriente Medio con espíritu de cooperación y respeto mutuo, mediante el cual los derechos y la dignidad de todos sean reconocidos". Y luego señala, "la paz viene ligada indisolublemente a ese buscar a Dios”, que ya había sido el tema dominante de su comentado discurso en París al mundo de la cultura, uno de los principales discursos de su pontificado. Mientras que el tema de la seguridad -neurálgico para Israel- lo ha desarrollado a partir de la palabra bíblica 'betah', que quiere decir seguridad con confianza: la una no puede existir sin la otra.

"Los nombres de todos 'están impresos en forma indeleble en la memoria del Dios Todopoderoso'. En consecuencia, 'jamás se puede extirpar el nombre de otro ser humano', ni siquiera cuando se le quiere quitar todo".




Volviendo al tema de los pueblos originarios de América, cabe reconocer que no pocas veces han reaccionado y reaccionan de un modo beligerante, de cara a la rapiña de muchas industrias mineras, explotadoras de petróleo y gas, o agroindustrias, que actúan sobre toda la Tierra de un modo devastador.

¿Quien tiene razón en temas de soberanía? ¿los que tienen poder y dinero o los que tienen razones fidedignas? preguntó Mario Cafiero en una charla a los internos de la cárcel de Florencio Varela. Cuando Jesús dice bienaventurados los pacientes porque poseerán la tierra ¿a quién se refería? En el caso de Malvinas, ¿son los ingleses sacrificados en la odisea de un viaje invasor o los españoles que poblaron primero las islas también con inmensos sacrificios? ¿Son los kelpers que con el tiempo llegaron a sentir suya esa tierra, algún pueblo originario, o los argentinos cuyos derechos han sido poco reconocidos por tribunales internacionales, a veces muy tolerantes con los poderes económicos?

Señala Mario Cafiero en un documento presentado a la cancillería argentina:

La cuestión de la soberanía de Malvinas, Antártida, archipiélagos australes y respectiva su plataforma continental es la asignatura pendiente más importante que se enfrenta el futuro de la Nación Argentina.

Su trascendental importancia deviene no solo de los enormes recursos económicos en juego sino del enorme desafío político, interno y externo, que significa para el Pueblo Argentino poder dar vuelta la página en la que estamos, signada por una derrota político-cultural.

Es un desafío a lo mejor de nuestra intelectualidad, diplomacia, dirigencia política y social, educadores, historiadores y trabajadores de la cultura, periodistas y medios de comunicación, y al pueblo argentino todo.


Debemos reconstruir un cuerpo de ideas, ejes, argumentos, fundamentos y razones para recuperar la noción de gesta por la soberanía y autodeterminación. Debemos dejar atrás años de colonialismo cultural y político, asentado fundamentalmente en el desconocimiento y la desinformación inducidos por el sistemático hermetismo que encubre el conflicto, en particular desde 1989.

Tenemos que sacar a la luz lo que está en juego: inmensos recursos minerales, pesqueros, genéticos, biodiversidad, etc.; de una inmensa pampa sumergida que la naturaleza, el derecho, la geografía y - para los creyentes- la Providencia han colocado frente a nuestras costas. Recursos que han multiplicado su valor por su carácter prístino, en un mundo depredado y ecológicamente contaminado.


La tenencia de recursos naturales parece ser el tema central de la geopolítica en el siglo XXI. Un ejemplo de ello es la severa puja por la delimitación y apropiación de los recursos del Ártico, de la cual son protagonistas: EEUU, Rusia, Canadá, Noruega y Dinamarca. La intensidad y contornos conflictivos que la misma ha adquirido, deben servirnos de llamado de atención para la cuestión de los recursos naturales de la Antártida y el Atlántico SUR

El redespliegue de la IV Flota de los EEUU no es ajeno a la trascendencia que los poderes del mundo otorgan a este vasto reservorio de recursos de todo tipo.

El Atlántico Sur se ha convertido en la vedette y el centro de la exploración y explotación de petróleo offshore a nivel planetario, sustituyendo rápidamente al Mar del Norte, pionero en la materia en la década de los 70. Nuestro vecino Brasil y desde la otra costa Nigeria, Guinea Bissau, Angola y otros Estados africanos, todos ellos ribereños del Atlántico Sur son países en pleno auge petrolero.


Es decir que el control de los recursos naturales, central a los problemas del Atlántico Sur, no es una obsesión de un grupo de trasnochados sino una cuestión real y de candente actualidad.

I. ¿Que está en juego?: 500 millones de hectáreas


Gran Bretaña disputa a la Argentina más de 5.000.000 de km2 de plataforma continental en Malvinas, Georgias, Sándwich y Antártida. Se trata de la mayor controversia por territorios marítimos del planeta. Implica una enorme superficie marina y submarina que se extiende desde áreas adyacentes a las costas patagónicas y el sur de la Provincia de Buenos Aires, a través del Atlántico Sur y sus Islas hasta el Polo Sur. No existe en el mundo controversia alguna de esta magnitud y potencial de recursos geoeconómicos en disputa.

Sin embargo, no hay signos de actividad relevante alguna por parte de nuestro país y parece que la pasividad Argentina en esta materia marca la única excepción. Mientras que por el contrario, se verifica una hiperactividad británica en Malvinas, Georgias, Sándwich del Sur y Antártida, de la que existe amplia información accesible en el website de la Falkland Islands.

La plataforma continental es la prolongación natural submarina del territorio de un Estado ribereño y desde el punto de vista jurídico significa obtener los derechos soberanos sobre la exploración y explotación de todos los recursos del área con exclusión de terceros Estados. Argentina es un país pionero en esta evolución del derecho del mar, ya que el 11 de octubre de 1946 el entonces Presidente J.D. Perón firma el Decreto 14708 que proclamó la soberanía sobre el zócalo y mar epicontinental.

Luego le sucedieron la declaración del presidente Truman de los EEUU y las reivindicaciones de Perú, Chile y Ecuador en el Pacifico. En 1982 las Naciones Unidas adoptan la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, conocida como CONVEMAR. En su art. 76 la CONVEMAR fija un límite mínimo de doscientas millas marinas medidas desde la costa y permite su extensión hasta 350 millas y aun más allá en casos excepcionales para los Estados cuyo lecho y subsuelo marinos presenten ciertas características geológicas batimétricas y orográficas definidas en el mismo art. 76.

Para consolidar derechos soberanos más allá de las doscientas millas es necesaria la presentación y aprobación de la Comisión de Limites de la Plataforma Continental (CLPC) de Naciones Unidas dentro de un plazo. Más allá del límite externo de la plataforma continental los fondos marinos son patrimonio común de la humanidad.

La reivindicación de plataforma es un "juego de suma cero": lo que no se le reconozca a un Estado ribereño, será apropiado por otro Estados ribereños, o por Estados con reclamos superpuestos o por "la Humanidad", cuyo patrimonio administra la Autoridad Internacional de Fondos Marinos.

Por la característica de nuestras costas la Argentina podría incorporar a su territorio una superficie adicional de aproximadamente 5.000000 de km2 o sea 500.000.000 de hectáreas de esta nueva "pampa sumergida".

La disparada de los precios de los combustibles, el agotamiento de las reservas argentinas de gas y petróleo, y la gravísima situación de escasez de energía que afecta muy seriamente nuestro país, hacen imperiosa la incorporación efectiva de la plataforma continental, y comenzar cuanto antes la exploración y explotación del petróleo y gas que se encuentran en el subsuelo marino.

Según la información del máximo experto oficial británico sobre este tema, Christ Carleton, Jefe de la División del Derecho del Mar de la Oficina Hidrográfica Británica, el volumen del petróleo existente bajo el mar solo en la región de Las Malvinas es inmenso, ya que pruebas sísmicas indican que allí hay alrededor de sesenta mil millones (60.000.000.000) de barriles de crudo. (The Guardian 20/9/2007: "¿El nuevo imperio británico? El Reino Unido planea anexar el Atlántico Sur", Ver Anexo).


Estas magnitudes son similares a los recientes descubrimientos de petróleo oficialmente anunciados por Brasil con respecto a su propia y vecina plataforma. Asimismo el gobierno de Brasil habría suministrado en el más alto nivel oficial (Presidencia y Cancillería) información precisa al gobierno argentino, indicando que sus estudios sísmicos permiten determinar que la magnitud del potencial petrolero submarino argentino es similar y podría ser aun mayor que el de la plataforma continental brasileña.

En términos de bienestar concreto para nuestra población, a cada argentino cualquiera sea su edad o sexo, incluidos los isleños nacidos en Malvinas les corresponderían 1500 barriles de petróleo, o sea 200.000 dólares tomando un precio de 135 U$S/barril. Y esto considerando exclusivamente lo que se refiere al petróleo de la plataforma que rodea Malvinas.



Naturalmente existirían costos de exploración y explotación a ser tenidos en cuenta, pero de todos modos el margen de esta nueva renta petrolera sería enorme para la economía nacional y sus propietarios somos los 40 millones de argentinos.

Esta fabulosa riqueza torna manifiestamente absurda toda estrategia centrada en la "seducción" de los isleños, quienes, por supuesto siempre preferirán ser billonarios a dejarse seducir.

Incorporar definitivamente los recursos de la plataforma continental y extraerlos o NO hacerlo o hacerlo negligentemente, hará la diferencia entre el desarrollo y la prosperidad o el progresivo estancamiento y distribución de la pobreza para nuestra población.


II. Situación en relación con nuestra controversia con el Reino Unido sobre Malvinas, Islas del Atlántico Sur, Antártida y espacios marítimos adyacentes


A partir de la firma de los llamados acuerdos de Madrid -octubre de 1989 y enero 1990- la Argentina se embarca en lo que se ha denominado "un política de Estado" sobre estas cuestiones.

Si se descarta el palabrerio distractivo y la concentración en cuestiones laterales (ositos, cotillon, viajes, auto elogios, etc.), resulta obvio que la sustancia de la cuestión pendiente con el Reino Unido consiste casi exclusivamente en una controversia sobre enormes territorios fundamentalmente marítimos y su colosal potencial de recursos naturales.

El balance de dicha política es a todas luces un fracaso sin fisuras y está reflejado en cifras concretas que pueden ser fácilmente verificadas con la simple ayuda de un compás y un mapa.

En 1989/90 el Reino Unido pretendía jurisdicción pesquera sobre 214000 km2 en el Atlántico Sur y no había delineado ni reclamado específicamente plataforma continental en la zona.

Luego de los acuerdos de Madrid se apropio ilegalmente de 1.081.941 km2 en torno a Malvinas, Georgias y Sándwich en carácter de zona económica exclusiva pesquera y de 1.650.000 km2 de plataforma continental en la misma área.

Comenzó desde principios de la década del 90, y luego de los consiguientes acuerdos pesqueros firmados con la Republica Argentina en el contexto de esta nueva política, una explotación intensiva, expansiva y progresiva de los recursos ictícolas de este área que no excluyo su virtual depredación.

Con respecto a la plataforma continental luego de firmado el Acuerdo Argentino -británico Rifking-DiTella en 1995 sobre hidrocarburos submarinos en el Atlántico Sur, comenzó la actividad prospectiva y exploratoria en la zona con la creciente presencia de plataformas y tecnologías para el caso.

La referida expansión ilegitima, primero normativa y luego fáctica abarcó el primer periodo de las relaciones argentino británicas. Hoy esta cifra de 1.650.000 km2 de plataforma británica pasara en breve a 4.000.000 de km2.

Frente a tal atropellada, los operadores del establishment seductor contestaron con nuevos mohines, mascaras y paraguas de soberanía fabricados a medida de las circunstancias.

Ese es el resultado concreto de la llamada "política de Estado" que en contraste con la mega expansión británica y la apropiación ilegitima y ocultada de inmensos recursos, no permitió a Argentina ni un kilo de pescado, ni un litro de agua, ni un barril de petróleo, ni un m3 de gas, ni un lotecito de plataforma submarina, ni nada de nada tangible o real.

Estos logros de la diplomacia británica, todavía provisorios y revisables, sin compensación y sin paralelos históricos fueron posibles como resultado de una política que consistió, para el Reino Unido en:

a) procurar expandir y consolidar derechos de soberanía sobre los recursos naturales renovables y no renovables del Atlántico Sur y de la Antártida (incluyendo Malvinas y espacios adyacentes).

b) lograr un hermetismo suficiente en la Argentina para que los avances en el cumplimiento del objetivo a) no sean conocidos por la opinión publica y la sociedad argentina, y que en lo posible no trasciendan a la agenda política local y global. Una suerte de "corralito" informativo.


c) Promover, premiar y/o estimular a quienes contribuyan a estimular el cumplimiento del objetivo b)

d) Desalentar a los aguafiestas del "grand royal festival", minimizar o ningunear a quienes puedan contribuir a dificultar el cumplimiento de los objetivos a) b) y c).

La Cancillería Argentina en vez de contrabalancear el objetivo expansivo británico punto a), resultó claramente funcional a los objetivos británicos puntos b) c) y d), por medio del silencio, la desinformación y la difusión de ejes distractivos.

Es del caso destacar el silencio y desinterés manifestados ante evoluciones favorables y propicias para el reconocimiento de las posiciones jurídicas argentinas en materia de integridad territorial. (Ver: "Corte Internacional de Justicia de La Haya Camerún c/Nigeria" y fundadas opiniones de un jurisconsulto argentino con experiencia real y exitosa en litigios internacionales)


De este modo, una serie ininterrumpida de fracasos que se prolongan desde 1989 se disfraza de "política de Estado".

Un colosal operativo de desinformación y ocultamiento de la realidad que es necesario revertir de inmediato.

III. Ahora: Europeización de bases militares, Malvinas en el ojo de la tormenta

En el mes de marzo del 2009 la Subcomisión de Seguridad y Defensa del Parlamento Europeo hace público un documento, en idioma ingles, terminado el 19/2/2009, titulado "THE STATUS AND LOCATION OF THE MILITARY INSTALLATIONS OF THE MEMBER STATES OF THE EUROPEAN UNION AND THEIR POTENTIAL ROLE FOR THE EUROPEAN SECURITY AND DEFENCE POLICY (ESDP)".

El documento en síntesis sienta y explicita en forma detallada tesis y propuestas alarmantes y francamente agresivas para la Argentina y para otros países del hemisferio Sur. Es particularmente riesgoso para América Latina y también afecta y compromete al resto de los océanos y mares del mundo.

La mera propuesta de esta oferta británica debiera preocupar hondamente a la dirigencia responsable de la Unión Europea, en cuanto cuestiona valores y principios básicos de la mejor tradición humanista de Occidente.

Inglaterra ofrece a sus socios europeos fortificar y consolidar un enorme poder marítimo sobre todos los océanos y en especial sobre el Atlántico Sur utilizando como punto de apoyo un conjunto de enclaves coloniales. Incluye en su oferta bases francesas y españolas. No aclara si cuenta con mandato o autorización suficiente para tamaña osadía. En el caso particular de España es de destacar que ese país -tan próximo a nosotros- siempre apoyo los derechos soberanos argentinos sobre Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur.

El tono general del documento trasluce un inesperado renacimiento de viejas y peligrosas teorías geopolíticas generadas en pleno auge del colonialismo y del eurocentrismo más duro y dogmático.

El nuevo "espacio vital" que el documento británico propone se trata nada menos que de la apropiación y/o dominio de la cuasi totalidad del Atlántico Sur y del Indico.

Desde las nuevas bases militares propuestas parten desde Malvinas tres flechas que apuntan a:

a) Patagonia y sur de la Provincia de Buenos Aires,

b) Antártida e Islas del Atlántico sur,

c) Pasaje interocéanico Drake y estrecho de Magallanes.

Se trata de una clara violación del TIAR, del tratado de Tlathelolco, y de otros acuerdos regionales e internacionales reconocidos por el derecho vigente.

Además colisiona con la zona de Paz y cooperación en el mar austral contenida en el documento que por inspiración consejo y mediación de SS Juan Pablo II, acordaran solemnemente Argentina y Chile.

El amenazante mapa incluye también el Caribe, atribuido a bases francesas. Se completa así una propuesta que sustituye la doctrina Monroe, al proponer desenfadadamente un Atlántico Sur y Caribe para la Unión Europea, básicamente bajo soberanía británica. Dicha soberanía naturalmente no sería compartida por los ingleses con sus socios europeos.

Los socios europeos sin posesiones coloniales o territorios de ultramar no serían convocados a compartir derechos soberanos o recursos naturales que la potencia ocupante se reserva para sí.


En realidad estos "socios menores" o sea aquellos sin proyecciones oceánicas contribuirían a la defensa de las joyas de la Corona británica, es claro que el mayor tesoro para el ex imperio británico ya no es la populosa India sino el vasto Atlántico Sur habitado por recursos naturales.

Por último debemos destacar la utilización reiterada en el documento del peligrosísimo y agresivo concepto de "forward presence" que significa presencia expansiva y que también puede ser definido en términos militares como vanguardia o punto de apoyo para proyectar el poder angloeuropeo a escala global y sin limitaciones de ningún tipo.

Una arriesgada apuesta al poder militar puro y duro.


Las máscaras que se caen con este documento:

A nuestro entender se caen varias máscaras, pero la más importante es la referida a la máscara de los isleños y sus deseos y autodeterminaciones; en cuanto el documento no los menciona ni se refiere a ellos ni siquiera tangencialmente, pese a la relevancia central asignada a las Islas Malvinas.

A mayor abundamiento y como prueba del desdén manifestado por los deseos de otros isleños la oferta incluye desenfadadamente a la isla de Diego Garcia. Esta colonia británica fue sede de un virtual genocidio a mediados de la década de los 60, cuyos efectos continúa sufriendo la expulsada población local, cuyos deseos jamás fueron tenidos en cuenta, comunidad que agoniza en el desarraigo y cuya situación se ha ventilado en los tribunales británicos. Se trataba de una población hondamente arraigada desde el siglo XVIII en Diego García y étnicamente compuesta por no-europeos (africanos, hindúes, etc).

El más brutal episodio de colonialismo tardío acontecido en plena época de auge humanista y emancipador al deportar a toda una población hacia distantes refugios, donde solo los esperaba la desesperación. Este hecho histórico contradice también la máscara de la proyección de superiores valores humanistas y democrático a menudo meneados por las metrópolis en auxilio de sus intereses.

La exportación de políticas belicistas al Atlántico Sur y el daño producido:

El imperio británico se ha mudado al Atlántico Sur, su Majestad ya no es emperatriz de la India y hoy la mayor joya de la corona, el Koh-i-Noor del siglo XXI es el Atlántico sur.

La usurpadora presencia británica en el Atlántico Sur nos ocasiona como mínimo un triple daño:

a) nos despoja de nuestros recursos naturales renovables y no renovables en la zona,

b) Facilita la depredación de dichos recursos y el uso de estas vastas áreas para sumidero vertedero de desechos (traslado y hundimiento del Shefield con armamento nuclear a una fosa oceánica por la Royal Navy, peligrosísimas experimentaciones aparentemente científicas que incluyen el bombardeo de aguas próximas a la Georgias con 40.000 kg de sulfato de plomo, experiencias misilísticas desde la base militar de Malvinas). Es claro que a los países altamente industrializados y geográficamente pequeños (donde la cuestión de los residuos es cada vez más dramática) les resulta indispensable obtener un lugar remoto del hemisferio sur como emplazamiento ideal para facilitar el goce de impunidad ambiental. Tanto el problema de la capa de ozono como el del calentamiento global proceden de emisiones y contaminación generadas en más de un 90% por el Hemisferio Norte a expensas del padecimiento del Hemisferio Sur. Ver notas periodísticas recientes sobre enormes derretimientos de placas de hielo de Antártida.

c) La instalación de una sofisticada instalación militar en el Atlántico Sur con centro de gravedad en Malvinas y en segundo lugar en la Isla Ascensión y la invitación formulada por el documento al resto de los 27 estados de la UE de integrarse a dichas bases, convierte a Malvinas en el epicentro del conflicto desatado por el poder mundial. Como señala el documento se trata la Grand Strategy para disputar no ya el territorio continental SINO EL TERRITORIO MARÍTIMO.

Los fríos mares del Atlántico Sur se están convirtiendo en los mares calientes donde se disputará el dominio geopolítico y geoeconomico.

La militarización y consiguiente nuclearización del Atlántico Sur constituye una clara violación del derecho internacional y regional (Tlathelolco y TIAR) y una amenaza para todo el continente sudamericano, que vale la pena destacar y recordar que ha sido históricamente y lo es hoy la región más pacífica del planeta.

Inglaterra propone a Europa en este documento ignorar intencionalmente esta tradición pacifista y exportar la tradición belicista del hemisferio Norte a los mares del Sur.

Debemos adoptar de inmediato un enfoque precautorio tal como lo hacen todos los Estados responsables frente a los graves riesgos arriba reseñados, teniendo en cuenta el viejo principio que es mejor prevenir que curar.

Estamos frente a un proyecto de exportación de políticas belicistas en el Atlántico Sur. Esto nos colocaría en el ojo de tormentas globales que no condicen con la tradición pacífica de Argentina y de América del Sur. Habitualmente no se lo recuerda, pero el hecho es que América del Sur es el subcontinente con la menor cantidad de guerras de este mundo. En 1982, la única guerra en la Argentina del siglo XX, fue decidida por una desahuciada dictadura militar, que para intentar perpetuarse en el poder usó la auténtica reivindicación nacional de recuperar las Malvinas, en ambiguas circunstancias internacionales nunca suficientemente aclaradas, Como así tampoco aún se han esclarecido los sustantivos apoyos, que esa dictadura contó en su momento, por parte de países declaradamente democráticos. La necesidad de honrar esa justa reivindicación histórica llevó a 649 oficiales y soldados de las fuerza armadas argentinas a dar su vida combatiendo en la guerra de Malvinas. Al dolor de lo irreparable de ayer, los familiares de los caídos deben sumar el dolor que hoy el gobierno británico les inflige, cuando les niega su derecho a visitar a sus deudos. Este derecho no puede ser moneda de cambio de ninguna negociación. El Reino Unido debe respetar los principios del derecho humanitario.

La política argentina suele estar preñada de gestos y actitudes muy valientes, heroicas, pero lamentablemente con relación a hechos del pasado. Nunca se obra de la misma manera con relación al presente. Falta contemporaneidad en las acciones y actitudes. Las reacciones extemporáneas traen resultados inconducentes.

Ya han pasado varios días de la publicación de este agresivo documento. La reacción de la totalidad de la dirigencia política y del ambiente académico, diplomático e intelectual ha sido nula. No se registra comunicado alguno de la Cancillería, no hay declaración al respecto, no hay consulta al embajador en la UE, no ha habido debate ni comentario alguno en las cámaras legislativas, no hay nada de nada. Como si aquí no hubiera pasado nada. Es la política del avestruz, debemos cambiarla. Aquí también hay que romper el hermetismo para que surja con claridad un debate serio sobre un tema que por ser de interés nacional es doblemente transversal. Atraviesa toda nuestra historia y atañe a todos los sectores de la sociedad.

Del norte, del sur, del centro y de las periferias se suscitan discursos, según los cuales no nos podemos salvar por los “otros”. Los discursos suelen ser descalificadotes. Como ha dicho el papa Benedicto XVI, urge recomponer espacios de confianza, matrices nuevas para el diálogo y la concertación.

El hinduismo siempre destacó tres modos de amar: 1) El amor tamásico, que es el amor con toda su carga de primitivismo y fanatismo. Es extremista porque al amar los ideales se parcializa, es destructivo para si y para los demás, no mira lo que destruye y cuando destruye siente felicidad. De este amor han estado llenos los discursos del norte y del sur, del centro y la periferia

2) El amor rajásico es el amor de interés, da por lo que recibe desde el cálculo. Mide siempre costos y beneficios. Provoca ansiedad, se rige por el deseo, cuando el deseo es satisfecho busca un nuevo objeto. Es febril, tiene altibajos, no es equilibrado ni estable. Es el amor que piensa y mide la tierra ego-económicamente, sin ver hermanos en lo distinto.

3) El amor sátvico es el amor de benevolencia, desinteresado. Ama el bien del otro por el bien del otro, construye la paz y la alegría, da desde la gratitud y no desde el propósito (en la teología cristiana es el más parecido al ágape). En todos los caminos espirituales podemos encontrar estas tres formas de amor, que hacen que éste se profundice o se torne precario, tal vez, hasta desaparecer.

Creo que sólo a través de la educación en el desarrollo del amor sávdico o de ágape, la humanidad podrá avanzar hacia la posibilidad de resolver los conflictos internacionales de un modo pacífico respetando los derechos de cada una de las partes. En el caso del conflicto territorial del sur, los cuatro relatos de interés serían, el de los pueblos originarios, los conquistadores españoles e ingleses, los actuales pobladores kelpers y los argentinos.

Los conflictos en Malvinas, Bolivia y los territorios palestinos tienen en común la lucha por la tierra de sus antepasados.

Ojalá que podamos contribuir a crear climas de confianza en el diálogo, para construir un relato que a todos nos integre y promueva. Donde cada cultura, en el escenario del sur, sea capaz de proponer sus propias estrategias de desarrollo, y éstas sean respetadas por las demás.

En este contexto espiritual de pensamiento orgánico y bajo este paradigma socio-político de respeto hacia todos los seres vivos, la tierra será de quien sepa crear aquellos climas de confianza donde la forma de dar y recibir explicite la pertenencia a la familia humana. Creo que la Madre tierra nos hace sentir que todos estamos dentro El sur no tiene la tecnología suficiente para el desarrollo, el norte no puede autodesplegarse solo ni cobrando peaje. Los pueblos originarios aportan esta conexión con el eterno femenino Falta un masculino desintoxicado que ofrezca racionalidad y consenso de cara a los caudillismos autoritarios que buscan imponerse por la fuerza.

Cuando el Papa beso la tierra en el 82 en argentina y escucho aquel grito de “queremos la paz” Escucho la “tierra”. La Pachamama acompaña nuestro trabajo por un nuevo orden internacional y el eterno femenino nos cuida.

El “Vatican Information Service” recordó que los Territorios Autónomos Palestinos comprenden dos entidades geográficas separadas por 30 kms de territorio israelí: Cisjordania (o Franja Occidental) que linda con Israel y Jordania y la Franja de Gaza que limita con Israel y Egipto. La entidad está reconocida por la ONU tras los Acuerdos de Oslo (1993) entre Israel y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Los territorios están gobernados por la Autoridad Palestina cuya sede es Ramallah, en Cisjordania y su presidente es Mahmoud Abbas.

Según los Acuerdos de Oslo, Belén forma parte desde 1995 de los Territorios Autónomos Palestinos. El Palacio presidencial, donde fue acogido el Papa, fue construido por el difunto Yasser Arafat, presidente de la OLP y primer presidente de la Autoridad Nacional Palestina.



Mario Cafiero y Leonardo Belderrain
Capilla Santa Elena, Parque Pereyra Iraola


Tercera Feria Provincial de Semillas Nativas y Criollas “Sembrando Esperanza”

En defensa de las Semillas, de la Vida y la Soberanía Alimentaria

Por una economía solidaria, construyendo la casa de todos

22 y 23 de mayo de 2009

Casona “Santa Rosa” Camino Centenario Parque Pereyra Iraola, Berazategui, Buenos Aires.

PROGRAMA DE ACTIVIDADES

VIERNES 22


9 hs. Celebración de la Semilla.

10 hs. Apertura

10.30hs. Primer Panel: Soberanía Alimentaria en el contexto socio- político nacional y provincial.

12 hs. Recorrido por la Feria. Almuerzo. Intercambios.

15 hs. Segundo Panel: Desarrollo Rural: marcos legislativos nacionales y provinciales.

16.30 Talleres de intercambio:

- Salud y plantas medicinales

- Producción de semillas

- Forestación

- Economía social

18.00hs Números culturales. Canto, música, murga, fiesta.

SABADO 23

9 hs. Celebración de la semilla y Bendición.

10.30hs Tercer Panel: Gestión compartida entre el Estado y las Organizaciones sociales.

12.30hs Recorrido por la Feria. Almuerzo. Intercambios.

13.30hs Presentación y entrega a las organizaciones del Libro de Sistematización de Semillas Feria 2008. IPAF

14 hs. Talleres de intercambio:

- Experiencias de comercialización

- Tecnologías apropiadas

- Microcrédito popular

- Emprendimientos de la economía social: Fábricas recuperadas

- Dimensión política en las organizaciones populares.

16 hs. Soberanía alimentaria y Experiencias latinoamericanas.

(Representantes de Brasil, Paraguay, Uruguay, Venezuela)

18 hs. Palabras de cierre y despedida hasta la 4º Feria.

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