martes, 16 de noviembre de 2010

NOVIEMBRE: MES DE MARÍA

Este mes se lo dedicamos a la más delicada de todas las criaturas: la Santísima Virgen María, nuestra dulce Madre del Cielo, alma delicada que ofreció su vida al cuidado y servicio de Jesucristo, nuestro Redentor. Honrémosla de un modo especial rezando en familia todos los días y regalándole flores para colocarlas a sus pies.


ORACIÓN PREPARATORIA

Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir, que ninguno que haya acudido a vuestra protección, implorado vuestra asistencia o pedido vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado por esta confianza, a vos también acudo, oh Madre, Virgen de las Vírgenes; y gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. ¡Oh Madre de Dios!, no despreciéis mis súplicas, antes bien, escuchadlas y acogedlas benignamente. Amén.


INVOCACIONES AL DULCE NOMBRE DE MARÍA

Madre mía amantísima, en todos los instantes de mi vida, acuérdate de mí, miserable pecador. Avemaría.

Acueducto de las divinas gracias, concédeme abundancia de lágrimas para llorar mis pecados. Avemaría.

Reina del cielo y de la tierra, sé mi amparo y defensa en las tentaciones de mis enemigos. Avemaría.

Inmaculada hija de Joaquín y Ana, alcánzame de tu santísimo Hijo las gracias que necesito para mi salvación. Avemaría.

A bogada y refugio de los pecadores, asísteme en el trance de mi muerte y ábreme las puertas del cielo. Avemaría.

OFRECIMIENTO DE FLORES ESPIRITUALES A LA SANTÍSIMA VIRGEN

¿Por quién hizo Dios las flores, si no las hizo por Ti?


N. Recibid, Madre, las flores de nuestro amor y nuestra alegría.

R. Para que vuestro gozo sea cumplido.


1. Prontitud para el trabajo, empezando por levantarme sin pereza.

2. Examinar mi devoción a la Virgen y cómo la practico.

3. Examinar mi consagración a Nuestro Señor Jesucristo y a su Corazón.

4. Poner los medios para estar en gracia de Dios.

5. Estudiar cómo debo guardar la pureza de pensamiento y obras.

6. Procurar ser amable con los demás.

7. Reflexionar si cumplo lo que Dios quiere de mi.

8. Aceptar algo del Magisterio, o de la Religión, que me moleste.

9. Hablar de la Virgen.

10. Recordar algo que me desagrade de otros, y disculparlos.

11. Repetir mi juramento cristiano de lealtad a Jesucristo y al Papa.

12. Reflexionar sobre el ejemplo de vida que me da la Virgen María.

13. Desprenderme de algo en beneficio de otra persona.

14. Hacer con especial cuidado el examen de la noche.

15. Hacer con especial cuidado el ofrecimiento de obras.

16. Comulgar pidiendo fortaleza en las tentaciones.

17. Proponerme hacer los cinco primeros sábados.

18. Recitar con devoción el Ángelus.

19. Visitar algún enfermo.

20. Rezar todos los días las tres Avemarías al levantarme y acostarme.

21. Dar un donativo para alguna necesidad.

22. Encomendar a la Virgen mis dificultades y aceptar su decisión.

23. Pedir al Ángel de la guarda pesar por mis pecados de omisión.

24. Ofrecer algunas mortificaciones por el fruto de mi apostolado.

25. Descubrir en qué tengo respeto humano, y vencerlo.

26. Preguntarme si todas mis lecturas y espectáculos los aprobaría la Virgen.

27. Meditar en el valor de la castidad.

28. Revisar si en todas mis ocupaciones y diversiones imito a Nuestro Señor Jesucristo.

29. Pensar con alegría en el cielo y prepararme para la muerte.

30. Rezar el Rosario con devoción.

31. Quitar de mí algo que moleste a los demás.


V. Guarda en vuestro corazón las flores que os ofrecemos.

R. Para que ahora y siempre nuestro amor y nuestra alegría, nuestra castidad y nuestra esperanza, sean la prenda bendita de vuestro gozo y del nuestro.

ORACIÓN FINAL

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza; a Ti, celestial Princesa, Virgen sagrada María, te ofrezco desde este día alma, vida y corazón. ¡Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía, vivir sin tu bendición!




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