viernes, 23 de diciembre de 2016

¡FELIZ NAVIDAD TAMBIÉN PARA LOS ANIMALES!


“Ya estamos otra vez a las puertas de la Navidad. Es tiempo de festejos, de alegría y de pasar un buen rato con la familia y los amigos. Pero también es momento de acordarnos de los animales y de hacer pequeños esfuerzos para que ellos también tengan una Feliz Navidad.”


Donaciones 
Dile a tus amigos y familiares que, en vez de un pañuelo, un par de calcetines o una bufanda (que muchas veces acaban olvidados en un cajón), prefieres que destinen el dinero con el que pensaban obsequiarte a donaciones para refugios de animales. 
También puedes aconsejarles que compren alimento balanceado, latitas de comida, mantas, juguetes, etc. y luego llevarlos al sitio que tu creas que más lo necesita. 
No olvides que es posible aprovechar la oportunidad y reciclar unas cuantas cosas que ya no se usen en casa y que a estas organizaciones les serán de gran ayuda. 

Petardos 
Sí, es innegable que tirar petardos e iluminar la noche navideña con las luces de los fuegos artificiales además de ser bonito, es una costumbre muy tradicional. 
Pero también es algo que podemos superar, puesto que si bien nos alegran a nosotros, generan pánico en los animales. 
Cada explosión les produce una sensación muy desagradable, ya que ellos no entienden qué está pasando. 
Lo normal es que nuestras mascotas se escondan porque el terror los sobrecoge, pero se dan infinidad de casos en los que perros o gatos huyen de sus casas y sufren accidentes por esta causa o se pierden, ya que el miedo les desorienta. 
Pero no solo padecen nuestras mascotas, sino que los animales salvajes también son víctimas del pánico y es muy común que, tras las fiestas, se encuentren palomas, gaviotas y hasta algunos mamíferos, que han sucumbido por paros cardíacos a causa de los ruidos de los petardos. 

Previsión 
Cuando en una casa hay una mascota, ante la perspectiva de que en las fiestas navideñas haya que viajar, se debe prever que este integrante de la familia tendrá que ir con vosotros o quedarse en algún sitio donde se le cuide de la manera más adecuada. 
Si no puedes contar con alguien que vaya diariamente a tu casa a alimentarle, cambiarle el agua, sacarle a pasear y darle su dosis habitual y necesaria de cariño, piensa en un hotel para mascotas o en una casa de acogida temporal (ya sea con un pariente o un amigo). 
Nunca, jamás y por ninguna circunstancia abandones a tu mascota. 
Piensa que ellos dependen de ti, se han criado en tu hogar y necesitan tanto de tu compañía, como de tu amparo. 
Un animal doméstico probablemente muera en la calle o donde lo dejes, con extrema rapidez. 

Adopciones 
Si a los más pequeños les hace ilusión tener una mascota, plantéate seriamente que estarás dándole acogida en tu hogar a un animal que requerirá de una serie de cuidados durante toda su existencia, ya sea que te decantes por un hámster que tiene una esperanza de vida bastante corta (1 a 3 años, según la raza) hasta un perro o un gato que pueden superar los 20. 
En caso de que no te encuentres en disposición de cumplir con estas exigencias (cada quien sabe el tipo de vida que tiene y cuánto tiempo y dinero puede dedicar a un animal), cómprales unos bonitos peluches a tus hijos y explícales claramente por qué no pueden tener una mascota. 
Si tras una reflexión profunda y haber sopesado los pros y los contras entiendes que es factible que la familia tenga un integrante más, no compres, ADOPTA. 
El cariño de un animal no depende de la raza sino de cómo se lo trate, eduque y cuide. 
Si les das amor, eso mismo obtendrás de ellos. 
Un gato o un perro que han sido rescatados de la calle, que saben muy bien lo que es sufrir hambre, abandono y crueldad, pueden convertirse en los mejores compañeros y de esa forma estarás dándole una oportunidad de salir de una perrera o de un refugio, que son sitios que no existirían, si la gente no abandonara a sus mascotas o a las camadas no deseadas. 

Voluntariado
Tómate un tiempo y ve a ayudar. 
Ser voluntario es también una buena forma de apoyar a las organizaciones que rescatan y recuperan animales y siempre hacen falta un par de manos más en estos lugares, ya sea para alimentar, asear o pasear a aquellos que aún esperan ser adoptados. 
Otra forma de voluntariado es la acogida temporal. 
Si te es posible, acoge en tu hogar a un animal que esté esperando a su familia definitiva y dale por un tiempo todo el cariño que se merece. 


ECOTICIAS.COM
Fuente: medio ambiente

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