viernes, 2 de febrero de 2018

EL TELÉFONO A DISCO Y OTRAS COSAS DE CASA QUE A LOS JÓVENES LES SUENAN A LA EDAD MEDIA


Llega a casa, se hace una selfi con su ‘smartphone’ para subirlo a las Historias de Instagram, contempla en su ‘tablet’ los videos de sus canales favoritos de YouTube y, cuando se harta, se entretiene viendo una serie de Netflix en el ‘smart TV’ 4K con pantalla curva o enciende la Nintendo Switch.

Por Hoja de Router

Si compartes techo con un compañero que no tenga demasiadas primaveras, es probable que al llegar a tu hogar protagonices una escena similar a esa. No en vano, en los últimos años y sin que reflexionaras sobre ello, tu casa se ha llenado de todo tipo de dispositivos y electrodomésticos que han sustituido a otros aparatos hoy olvidados. Es probable que recordar algunos de esos inventos a ti te provoque nostalgia, pero a tus hijos les parecerán muy remotos y a las próximas generaciones, objetos históricos.


El teléfono a disco

Los teléfonos con disco de marcación que conociste en tu infancia ya son una auténtica reliquia desde que se popularizaron los teléfonos electrónicos. De hecho, lo más probable es que tus hijos ni siquiera sepan utilizar esos míticos teléfonos: algunos videos de YouTube demuestran cómo los más jóvenes miran con extrañeza aparatos de esas características. Ahora bien, si a ti te gusta su estética, puedes comprarlos de segunda mano para dar un toque ‘retro’ a tu hogar.


Los televisores de tubo y sin control remoto

Aunque ahora no podamos vivir sin la caja boba, lo cierto es que tan solo hace seis décadas se realizaron las primeras emisiones en blanco y negro. Si tú ya conociste la tele a todo color, lo que probablemente sí vivieras fue la época en la que para cambiar de canal había que levantarse: fue en los años 80 cuando comenzaron a llegar a las casas los controles a distancia que hacían uso de la tecnología de luz infrarroja, y que aparecían en la publicidad como una auténtica novedad. “La práctica del ‘zapping’, una amenaza para el futuro de la publicidad”, rezaba la portada de ABC en 1990, culpando en parte a los controles remotos del fenómeno. Las nuevas generaciones poco sabrán como era vivir antes del ‘zapping’ y algunos adolescentes ni siquiera habrán tenido en sus casas televisores de tubo: entre 2002 y 2004, la demanda de televisores planos se disparó un 4.000%.


El reproductor de VHS


Aproximadamente cuando los miembros de la generación Z nacían o vivían su más tierna infancia, los VHS perecían. A principios del siglo XXI, los reproductores de DVD, que comenzaron a venderse en Japón allá por 1996, comenzaban a reemplazar inexorablemente a los de las ya míticas cintas.
Pero aunque tú disfrutaras viendo ‘Forrest Gump’ o los filmes de Disney en VHS, lo cierto es que en la era de Netflix y HBO ni tú mismo estarías dispuesto a rebobinar una cinta para poder disfrutar de la película.


La radiocasete

Ahora que escuchamos la música desde nuestro ‘smart TV’ o desde nuestro teléfono móvil, bien sea con auriculares o bien con un altavoz ‘bluetooth’, probablemente nos parezca muy lejana la etapa en la que dábamos la vuelta a las cintas para escuchar la cara B en nuestro gigantesco radiocasete.
Hace unos cuantos años, gran parte de los casetes se vendía en las estaciones de servicio, y podíamos escuchar nuestras canciones preferidas con nuestro ‘walkman’, un dispositivo que Sony presentó en 1979, nos parecía toda una revolución. Sin embargo, el auge de los CD y la llegada de los reproductores de música digital, con el iPod de 2001 a la cabeza, arrinconaron a los casetes, que algunos nostálgicos quieren revivir.


Las máquinas de coser a pedal

Aunque tejer se haya vuelto a poner de moda, con ‘kits’ de agujas y ovillos que pueden comprarse por internet, o se vendan pequeñas y ligeras máquinas de coser electrónicas, pocos se acordarán ya de las clásicas Singer negras de las abuelas. Estas antiguas y elegantes máquinas iban acompañadas de un pequeño mueble y un pedal, clave en el invento: el costurero lo controlaba con el pie para poner en funcionamiento la máquina y dar las puntadas necesarias.


La cadena del inodoro

Aunque el funcionamiento de los inodoros no haya cambiado demasiado, nuestra lengua sigue sin adaptarse a una de las pocas evoluciones que ha sufrido: la sustitución de una cadena de la que tirar para despedirse de los desechos por un cómodo botón. Aunque puede que nosotros hayamos tirado de la cadena — literalmente— en alguna ocasión, las nuevas generaciones probablemente desconozcan por completo que hubo un tiempo en el que las cisternas se situaban sobre nuestras cabezas. Así las cosas, parece que seguiremos usando por simple costumbre la expresión “tirar de la cadena” aunque nos compremos un inodoro inteligente en los próximos años.


Los braseros

Pese a que los antiguos braseros de carbón dejaron paso a otros aparatos dependientes de la corriente eléctrica, a estos últimos se les siguió denominando braseros al tener la misma forma. Lamentablemente, y pese a que se desaconseja el uso de los braseros de carbón o leña por la posible inhalación de monóxido de carbono que producen, hoy este artefacto sigue dejando víctimas. Los braseros eléctricos también provocan siniestros: la suciedad acumulada o la ropa de cerca de ellos puede hacer que se incendien. Es por eso que siempre se recomienda apagarlos tras su uso. 


La cocina a leña
Desde que hace unas décadas comenzaron a imponerse las cocinas de gas, y las más modernas, que funcionan con placas vitrocerámicas o de inducción, más fáciles de limpiar y cómodas, hemos ido relegando por completo las antiguas cocinas. Probablemente, los mayores de la casa sí recuerden haber usado esas cocinas de carbón o leña que no ocupaban sólo una encimera, sino que eran auténticos muebles con diferentes compartimentos: en un depósito se echaba el combustible, la llama calentaba la encimera y el horno hasta salir por la chimenea, y otro compartimento recogía los restos.


Las computadoras con disquetera

Aunque en el siglo XXI sepas que apenas cabía información en aquellos disquetes de 3 pulgadas y media que Sony lanzó al mundo en 1982, lo cierto es que estabas orgulloso de utilizarlos en el primer ordenador que compraste para tu casa, cuya pantalla ocupaba buena parte del escritorio. La propia compañía nipona dejó de fabricarlos hace unos años, y si te encuentras algunos en el desván, solo podrás usarlo para fabricar una obra de arte ‘retro’. Por su parte, los más jóvenes puede que ni siquiera hayan usado esos antiguamente populares disquetes. Al fin y al cabo, guardan las fotos en la nube antes de subirlas a las redes sociales y ven todo lo que necesitan a través de servicios en ‘streaming’.

Idealista News

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