jueves, 5 de abril de 2018

8 MANERAS SENCILLAS DE VER A DIOS EN LO COTIDIANO

Algunas ideas sobre cómo podemos ayudarnos a abrirnos a Dios en medio de nuestras ocupadas vidas...

1) Ver la vida a través de su vocación: cuando reconocemos nuestro estado en la vida como un llamado especial de Dios, podemos comenzar a apreciar el significado sobrenatural y el valor de nuestras actividades ordinarias. Las parejas casadas, por ejemplo, están llamadas a ser santas siendo fieles cónyuges y padres. Esto significa que cortar el césped, cambiar pañales, pagar las facturas, trabajar en la oficina y todos los demás deberes son parte de su llamado especial a la santidad. Para los menores que asisten a la escuela, trabajar duro y prestar atención en clase son formas de ser buenos discípulos de Cristo. Ayudar a tratar de dedicar estas actividades ordinarias a Dios a medida que las comenzamos a lo largo del día.

2) ¡Gracias a Dios! : Dios nos concede constantemente bendiciones durante todo el día, y es bueno tener el hábito de ofrecerle un pequeño y espontáneo "¡Gracias, Señor!" Cada vez que reconocemos tales bendiciones en nuestras vidas o en las vidas de quienes nos rodean. Por ejemplo, en lugar de quejarse cuando suena el reloj despertador, podemos agradecer al Señor por el regalo de una noche de sueño reparador y por un nuevo día (¡pronto seguimos con un gran agradecimiento por el café!) Las comidas son una oportunidad especialmente importante para: ¡Doy las gracias, no solo en casa sino también en restaurantes y en el trabajo!

3) Ofrecer los sufrimientos
: todos los días también experimentamos todo tipo de inconvenientes, frustraciones, preocupaciones, tristeza y dolores. En lugar de volvernos impacientes o enojados, podemos ofrecer estos sufrimientos inevitables al Señor con amor. Tienen significado porque por su muerte y resurrección, Cristo redimió incluso el sufrimiento mismo, convirtiéndolo en un medio para que crezcamos en gracia. Podemos ofrecer estos sufrimientos como una oración por nuestros seres queridos, conocidos e incluso aquellos que no conocemos.

4) Orar por los desconocidos: Esto puede parecer extraño al principio, pero una vez que adquiere el hábito de orar por las personas mientras las encuentra a lo largo del día, su vida nunca volverá a ser la misma. Por ejemplo, salude a la cajera del super y ofrezca una oración silenciosa para ella y su familia mientras escanea sus artículos. O en la carretera, rezar por el imbécil que le corta el paso. Por su estilista del cabello, celebridades de Hollywood, conserjes, teleoperadores molestos, modelos de portadas, aquellos que salen en las noticias por buenas o malas razones. A través de pequeñas oraciones espontáneas, podemos aumentar nuestra apreciación de que todos los que encontramos son almas inmortales, destinadas a la vida eterna o a la tragedia eterna.

5) No huyas del silencio
: si estamos atentos, encontramos que Dios nos ofrece muchas oportunidades para tener una pequeña conversación con Él en silencio: en la ducha, preparándose para el día, en el automóvil en el camino al trabajo , subiendo por un ascensor, caminando por un pasillo... ¡hasta en el baño! ¿Valoramos estos momentos de silencio para decir unas pocas palabras a Jesús, o hacemos nuestro mejor esfuerzo para escaparnos del silencio (cambiar música, usar un teléfono celular, etc.)? Por ejemplo, ¿sería realmente tan malo pasar parte de nuestro tiempo de conducción diaria en silencio, en lugar de encender la radio de inmediato?

6) Imágenes sagradas: en la locura de la vida cotidiana, es fácil olvidar que este mundo no es el único. Esta es una de las razones por las que los católicos somos tan aficionados a las imágenes de Jesús y nuestros héroes en la fe. Cruces, cuadros, estatuas y medallas sirven como recordatorios tangibles de Dios en medio de nuestro mundo ocupado. Del mismo modo que guardamos fotos de nuestra familia y amigos para recordarlos, es muy útil tener imágenes sagradas en los lugares donde pasamos nuestro tiempo, ayudándonos a elevar nuestros corazones a Dios.

7) Repasa el día
: Esta es la única forma en que puede descubrir y aprender de las sutilezas que se pierden. Todos necesitamos un examen en nuestras vidas espirituales, un examen diario de conciencia. No necesita ser demasiado complicado... simplemente tome unos minutos y piense en los eventos del día, gracias a Dios por las muchas bendiciones que ha dado, y vea cómo podemos responder mejor a su llamado. Sin ese examen diario, es demasiado fácil pasar por alto las maneras silenciosas y sutiles en que el Señor nos ha estado hablando a través de nuestras vidas ordinarias.

8) Oración privada
: este es el punto más importante. ¿Cómo podemos esperar oír a Dios "llamándonos" en medio de nuestros horarios agitados si no pasamos tiempo de calidad con Él en oración silenciosa? Cuando un esposo y una esposa separan un tiempo significativo para estar juntos y solos, les resulta mucho más fácil expresar su amor mutuo durante el resto del día. De la misma manera, cuanto más pasamos tiempo con Jesús, más fácil será unir nuestras vidas "ordinarias" con la suya.

(Podría ser más fácil elegir una o dos ideas para enfocarse en particular durante las próximas semanas, en lugar de tratar de comenzar muchas a la vez ...)

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